"Había que hacer algo. Y se hizo". Así hablaba hace semanas un miembro de la dirección del PSOE sobre la reforma propuesta unilateralmente por el partido para retocar la ley del 'solo sí es sí' tras las rebajas de condenas que estaban comenzando a aplicar los tribunales. "Nos lo pedía la gente en los actos", recordaba esta fuente del partido, que ha comenzado ya a ver los efectos positivos de esa decisión: los socialistas han taponado el trasvase de votos al PP y ha vuelto la paz al partido con este tema, que llegó a preocupar muy seriamente a los barones. 

Según los datos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), en febrero dicho trasvase llegó a sus cifras máximas. La encuesta realizada ese mes por la institución dirigida por José Félix Tezanos mostró que el 8,8% de las personas que depositaron la papeleta del PSOE en las elecciones generales del 10 de noviembre de 2019 se pasaría al PP de Alberto Núñez Feijóo. Esto es, casi 600.000 votantes de los cerca de 6,8 millones que posibilitaron a los socialistas ganar esos comicios.

En marzo, no obstante, ese porcentaje ha bajado hasta el 6,6% -alrededor de 450.000 papeletas-, que aunque sigue siendo alto, se va acercando al 5,4% que el CIS reflejaba en la encuesta de abril de 2022, la primera que se realizó coincidiendo con la llegada de Feijóo a la presidencia del PP en detrimento de Pablo Casado. Otra fuente socialista relaciona directamente este hecho con la reforma presentada por el PSOE a comienzos de febrero. Es más, señala otro dato al que da mucha importancia: el número de votantes de Unidas Podemos que votarían ahora a Pedro Sánchez, presidente del Gobierno y secretario general de los socialistas. En febrero, este porcentaje era de un 8,7%. En marzo, un 13,8%. Más de cinco puntos porcentuales en apenas cuatro semanas, en las que se ha debatido sobre la reforma en el Congreso con un debate muy bronco entre ambos socios del Gobierno.

Sánchez defiende que gobierna "para la mayoría y que no se inclina ante los poderosos" frente a un PP "capaz de todo"

La segunda consecuencia es una relativa paz en el partido a este respecto, frente a la preocupación que estaba comenzando a hacerse notar en las baronías. "La gente nos lo pedía en los actos que hacíamos en las autonomías", recuerda otra fuente presente en las negociaciones con Unidas Podemos para intentar llegar a un acuerdo para reformar la ley, algo que no se ha producido finalmente. Los barones también lo hicieron, por lo peligroso que podía ser resignarse sin más las rebajas de condenas. De hecho, ninguna reforma del 'solo sí es sí' provocará que se frenen las mismas en condenas pasadas. Sí las futuras, aunque también la modificación legal da un relato político de que se está haciendo algo.

Esa paz se vio reflejada ayer en el Comité Federal que el PSOE celebró para ratificar las listas autonómicas y municipales que se presentarán a las elecciones el próximo mes de mayo. Sánchez no mentó en su discurso esta cuestión. Una vez se apagaron las cámaras, solo un barón sacó el tema: Pablo Zuloaga, vicepresidente de Cantabria y líder del PSOE en esa autonomía. Y lo hizo para agradecer al presidente que hubiera tomado la decisión de reformar la ley. 

Javier Lambán, presidente de Aragón, que fue de los primeros en asegurar que el articulado estaba "mal planteado" y que las rebajas estaban suponiendo "un problema muy serio", no acudió a la cita del partido. Tampoco Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, que había dicho de la ley que era "una chapuza" y que llegó a plantear la dimisión de Ione Belarra e Irene Montero, dirigentes de Unidas Podemos y ministras de Derechos Sociales e Igualdad.

El Comité Federal de la "unidad"

La cita que reunió ayer a los más de 300 miembros del Comité Federal estuvo marcada por la "unidad" que exhibe el partido. Así lo destacaron diferentes y destacados miembros de la dirección socialista, que aseguran que van todos a una a ganar las elecciones municipales y autonómicas, como ya hicieran en 2019. Se lo pidió Sánchez en su discurso, en el que disparó especialmente contra Alberto Núñez-Feijóo y el Partido Popular por su futura abstención en la moción de censura de Vox que se debatirá entre el martes y el miércoles en el Congreso de los Diputados.

"Hemos pasado de la colisión de Casado con Vox, a la colusión de Feijóo", lanzó el presidente, que también insistió en otra de sus estrategias que lleva tiempo desplegando: azuzar el miedo a la formación liderada por Santiago Abascal, con quien los ‘populares’ "pactarán si suman". Asimismo, el secretario general hizo balance de su Ejecutivo, que "gobierna para todos y sin inclinarse ante los poderosos". Repasó también los datos del paro, que en marzo "apuntan a que serán históricos"; la subida de las becas y la ley de paridad, además de la recepción de fondos europeos.